viernes, 1 de marzo de 2013

El periodismo amarillo

¿Qué es el periodismo amarillo o sensacionalista?

Un poco de historia

El personaje de historieta Yellow Kid (Chico Amarillo), con cara de niño, dientudo, de la calle, apareció en las tiras cómicas en la segunda mitad de la década de 1890. Fue creado por Richard Outcault , quien más tarde publicó otros éxitos en el rubro.

El chico, cuyo nombre completo fue Mickey Dugan, apareció por primera vez en el New York World (de Joseph Pulitzer) en 1895, y era uno de los personajes en una tira llamada Callejón de Hogan . Pronto se hizo más conocido como el "Yellow Kid Dugan" por la omnipresente camisón amarillo que llevaba su diálogo inscripto: observaciones punzantes en un amplio dialecto de Nueva York.
Mientras la popularidad del chico creció rápidamente, la presencia de la tira aumentó las ventas de papel para el diarioY la capitalización no se detuvo allí. Pronto hubo una versión de Yellow Kid de todo, desde juegos cartas, alfileres, muñecos, y helados, abrebotellas, partituras, incluso cigarrillos. Los historiadores citan el Yellow Kid como el primer ejemplo de la moderna comercialización, un éxito que muchos atribuyen al hecho de que él era un personaje para niños que se utilizaba para atraer a los adultos - un símbolo antisistema utilizado por el propio sistema para el consumo masivo. (No muy diferente de las otras superestrellas amarillas, Bart Simpson y Bob Esponja. ¿Coincidencia?)
En 1896, William Randolph Hearst ofreció a Outcault una tarifa enormemente alta para que el niño se mude a su New York Journal (la competencia). Outcault aceptó, un movimiento que recalentó la rivalidad ya caliente entre Pulitzer y Hearst. Pulitzer contrató al artista George Luks para seguir dibujando Callejón de Hogan, con un Yellow Kid diferente. Outcault intentó presentar sus derechos de autor sobre Yellow Kid pero sólo le reconocieron el derecho al término "The Yellow Kid" y no a las características particulares del dibujo.

En los meses que siguieron, tanto Pulitzer como Hearst lucharon por dar a sus "Chicos Amarillos" cada vez más espacio de página para competir. Para muchos críticos, la llamada "Batalla de los Niños Amarillos" representa una tendencia en la disminución de la integridad periodística, de la que tanto el World y el Journal había sido culpable durante años. 

El sensacionalismo en Argentina

El periodismo amarillo llegó a Buenos Aires en 1913, con la aparición de Crítica, el diario de Natalio Botana.
Se trataba de un diario barato: costaba la mitad que los otros que circulaban en esa época. Rápidamente ganó gran popularidad y alcanzó una tirada de 300 mil ejemplares. Aunque fue concebido como un diario del mediodía, finalmente llegó a tener cinco ediciones diarias.
Crítica utilizaba un lenguaje popular (inclusive el lunfardo) y evitaba la solemnidad. Intercalaba hojas verdes o rosadas para destacar alguna sección o zona temática del diario. Daba un amplio tratamiento de temas populares, como policiales y deportes -especialmente box y turf-, y sus notas apelaban a la sensibilidad del lector. Incluía, además, una sección de entretenimientos (palabras cruzadas), historietas, un suplemento de gimnasia, dietas, modas y grafología, informaciones sobre tango y radioteatro.
En 1932 aparecieron los primeros suplementos, como el deportivo Crítica Magazine que se imprimía en colores. También tuvo mucha importancia la Revista Multicolor de los Sábados que llegó a competir con el Suplemento Cultural de La Nación. Esta revista estaba dirigida por Jorge Luis Borges y Ulises Petit de Murat; Borges publicó allí su cuento "El hombre de la esquina rosada" y gran parte  de su Historia Universal de la Infamia. También se publicaban ensayos, cuentos y otras obras de importantes escritores nacionales y extranjeros. 
Crítica dejó de salir el 20 de octubre de 1963. En el mismo año apareció el diario vespertino Crónica, que ocupó el lugar de Crítica, pero nunca llegó a tener el despliegue de su antecesor.
Según su director, Héctor Ricardo García, "hacía falta un diario estridente, con grandes legras en la primera página, con titulares muy fuertes al estilo de los diarios centroamericanos, porque los nuestros eran demasiado tranquilos". De esta manera, García manifestaba el carácter pasional y emotivo del nuevo periódico que se vendía, según él, porque hablaba de los temas de la vida, como los deportes, los espectáculos, el turf, las noticias policiales, los juegos de azar, la información y por último, los temas políticos.
En Chile, algunos ejemplos son Las Últimas Noticias y La Cuarta, entre otros. En cuanto a la televisión, el canal Chilevisión se ha transformado en uno de los medios más emblemáticos durante el último tiempo, logrando así altos niveles de rating.

En Costa Rica, se pública La Extra, quien se ha enfrentado a críticas desde la publicación en su portada de fotografías de Dennis Marshal, jugador de la selección nacional de futbol, muerto en un accidente de tránsito, desencadenando incluso una demanda que pretende que se censure este tipo de fotografías en la portada para así garantizar la observación de las mismas únicamente con el consentimiento del lector y proteger a los menores de la exposición a la violencia excesiva en sus imágenes.

En Paraguay, son Crónica, Popular, ABC color, este último por el insaciable ataque hacia los gobiernos actuales. En cuanto a la televisión, casi todos se han transformado en los medios más emblemáticos durante el último tiempo, logrando así altos niveles de rating; siendo el canal 2 (El canal de la familia) , quizás, el único que no arrastra este tipo de información.

En Perú, durante el segundo del gobierno de Alberto Fujimori (1995-2000) aparecieron los llamados diarios chicha los cuales al ser de carácter amarillista buscaban desviar la atención de lo que ocurría en el gobierno con noticias y fotos explicitas; actualmente solo algunos diarios se siguen publicando y han suavizado su contenido enfocándose a la farándula local.

¿Qué es el periodismo amarillo?

Algunas definiciones

Prensa amarilla o prensa amarillista es aquel tipo de prensa sensacionalista que incluye titulares de catástrofes y gran número de fotografías con información detallada acerca de accidentes, crímenes, adulterios y enredos políticos. En caso de gráfica o en televisión, se caracteriza por usar colores extremadamente saturados, principalmente el rojo y tener su información desorganizada.
Algunos investigadores sostienen que, en las últimas décadas, es muy difícil diferenciar las prensa llamada "seria" de la "amarilla". Los temas que tradicionalmente tratava la prensa sensacionalista aparecen también en los diarios considerados serios; en efecto, éstos destinan cada vez más espacio a las noticias policiales, a los crímenes, los accidentes, las muertes, etcétera.
Llegados a este punto, es necesario efectuar una clara distinción entre el periodismo de investigación y el periodismo amarillo. El primero, se sumerge en lo más crudo de la realidad para mostrarla en toda su evidencia y para que los grandes trucajes desde los diversos poderes no queden escondidos, pero respeta el dato y el tono. El segundo, por el contrario, convierte lo anterior en una narración agresiva, espectacular y tensionada, donde se juega con las reacciones más prístinas del lector y se olvida cualquier parámetro ético que controle el texto. La relación entre los "reality shows" televisivos, tan de moda, y este tipo de periodismo es estricta: en ambos casos es lo extravagante y agresivo lo que manda, aunque la verdad salga maltrecha y el consumidor resulte conducido a conclusiones parcialistas o sencillamente equivocadas de la noticia en sí misma considerada.

El periodismo sensacionalista se expresa fundamentalmente en:
  • Periódicos de formato tabloide hechos con un diseño muy atractivo que combina los titulares plenos (cubriendo la mayor parte de la primera página), 
  • Fotografías e ilustraciones sugerentes y el despliegue contrastante de colores, pero además con la 
  • Presentación de relatos sobre personas, conductas o sucesos que suponen transgresiones de la ley (crímenes, robos, asaltos, etc.), de la moral aceptada (violaciones, corrupción, etc.) o de la normalidad esperada (accidentes, tragedias, etc.). 

Lectores de medios sensacionalistas

Por su parte los lectores de estos diarios se articulan en torno a algunos factores:
• El gusto por el entretenimiento extremo por encima de la veracidad.
• Por los enfoques trasgresores, es decir, sin reparar en aspectos éticos, morales o de valores (de allí el gusto o la tolerancia frente a la crónica roja, el uso del cuerpo de la mujer como objeto y la escasa preocupación por la estricta veracidad
de los hechos)
• Por la búsqueda de “horizontalidad social”, es decir de espacios, rostros y lenguajes similares a los suyos.
• Y finalmente la preferencia por las narrativas de acción en desmedro de una actitud más analítica.
Por lo mismo, estamos hablando de comunidades de consumo que trascienden las clases sociales y el grado de instrucción (instrumentos clásicos del análisis del marketing) y se ubican en lo que podemos llamar cultura de la transgresión y la horizontalidad.

Periodismo amarillo en la Televisión Argentina

Algo similar sucede con los noticieros de televisión. Durante varios años el amarillismo televisivo estuvo claramente identificado con el noticiero de Canal 9, Nuevediario: Llegaba al lugar de los hechos en el mismo momento en que el el acontecimiento estaba ocurriendo y,:cuando no sucedía nada de interés para su audiencia, provocar las noticias. Desaparecido el antiguo Nuevediario, el estilo sensacionalista de Crónica se continúa en un canal de TV por cable, Crónica TV.

Lo que varía en los espacios de radio o televisión sensacionalistas –y lógicamente por razones de la naturaleza de los medios empleados- es que los elementos gráficos estáticos son sustituidos por sus equivalentes sonoros o audiovisuales que incluyen todas las posibilidades y efectos que brindan los "lenguajes" de los medios electrónicos, así como están apoyados por la inmediatez o simultaneidad de las transmisiones, la narración desde el lugar de los hechos o los testimonios en la voz e imagen de los protagonistas.
Hoy por hoy, casi todos los noticieros incluyen elementos que pueden ser caracterizados de sensacionalistas: Amplia cobertura de policiales y deportes, y un tratamiento pasional y emotivo de temas cercanos a la vida cotidiana de los televidentes.
Fuentes:
The Innocent Origin of Yellow Journalism (en inglés)
Wikipedia.org

¿A dónde se metieron los periódicos serios? Lic. Francisco Javier Acuña Arias, 1999;  en  Revista Latina de Comunicación Social, número 22, de octubre de 1999, La Laguna (Tenerife)
Erick R. Torrico Villanueva, El sensacionalismo: algunos elementos para su comprensión y análisis, www.saladeprensa.org, 2002



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