El derecho a la información

Estamos acostumbrados, se nos ha impuesto, pensar que los medios gráficos son medios de comunicación unidireccional por naturaleza. Que lo publicado solo puede ser contestado por un pequeño apartado llamado carta de lectores.
Pues bien existe un diario español, el Diario El País, que ha desarrolado la figura de Defensoría del lector.
Se trata de un caso de apertura en el derecho a la información que da lugar a que los lectores encuentren respuesta de sus quejas por informaciones expuestas por el medio. Puede ingresar haciendo clic aquí
La explicación que da el mismo diario es que:

La figura del Defensor del Lector fue creada por la Dirección de EL PAIS para garantizar los derechos de los lectores, atender a sus dudas, quejas y sugerencias sobre los contenidos del periódico, así como para vigilar que el tratamiento de las informaciones es acorde con las reglas éticas y profesionales del periodismo. Puede intervenir a instancia de cualquier lector o por iniciativa propia.

Suena muy bien. Y es una buena noticia que un medio gráfico tenga un espacio como éste, aun cuando no sabemos de su efectividad, ni de la capacidad de autocrítica. El hecho de tener esta sección es suficiente para haber avanzado un paso más en los derechos de los consumidores de información y de medios.
Aquí, en Argentina, no estamos en condiciones de encontrar un evento como el citado. El mal llamado Derecho a Réplica (derecho de rectificación o respuesta) rige desde que la nación ha ratificado el texto de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica). Al estar consagrado en este Pacto, en su artículo 14, la normativa tiene peso constitucional, pero falta una normativa local que reglamente el ejercicio de dicho derecho.
En estos días, junio de 2010, la Provincia de Entre Rios se encuentra en proceso de sancionar una ley para su juridicción (ver noticia aquí).
Sería una señal de madurez cultural e institucional que los medios argentinos y la legislación evolucione hacia una mejor participación ciudadana y un crecimiento en la seriedad periodística.